martes

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Situación económica actual y Estadísticas las Etnias en Honduras

No existen datos precisos o actualizados sobre la población indígena en Honduras. Según el censo nacional de 2001, el 7% de una población total de unos 6 millones era indígena o afrodescendiente. Según un censo realizado por organizaciones indígenas en 2007, la población indígena y afrodescendiente sería el 20%, aproximadamente 1,5 millones de una población nacional de 7,6 millones de personas. El 80% de la población indígena vive en sus tierras tradicionales y el 20% en zonas urbanas.
El pueblo lenca (279.507 miembros) que habita principalmente en los departamentos de Intibucá, La Paz, Lempira y Santa Bárbara en el occidente del país;
• El pueblo maya chortí (34.463 miembros) en los departamentos occidentales de Copán y Ocotopeque;
• El pueblo tolupán (9.617 miembros) en los departamentos centrales de Yoro y Francisco Morazán;
• El pueblo garífuna (46.448 miembros) en el litoral Atlántico desde el departamento de Cortés hasta Gracias a Dios;
• El pueblo nahua (20.000 miembros según datos no oficiales) en el departamento oriental de Olancho;
• El pueblo pech (3.848 miembros) en los departamentos de Colón, Olancho y Gracias a Dios;
• El pueblo tawahka (2.463 miembros) en los departamentos orientales de Olancho, Colón y Gracias a Dios;
• El pueblo miskito (51.607 miembros) en el departamento de Gracias a Dios.
Tomando en cuenta que son muy pocas la leyes que se han generado a favor de las etnias en nuestro país a eso se le debe sumar el incumplimiento de las mismas, Los pueblos indígenas enfrentan problemas sistémicos que impiden el pleno goce de sus derechos. La desprotección de sus tierras, territorios y recursos naturales y la impunidad y deficiente acceso a la justicia son problemas fundamentales que los colocan en una situación de total indefensión ante actos de violencia por distintos actores. Asimismo, enfrentan una precaria situación socioeconómica de pobreza multidimensional relacionada con la extrema desigualdad, la corrupción y la carencia de servicios sociales básicos; los indígenas se encuentran inmersos en esa violencia e inseguridad generalizada. Según diversas estadísticas, la tasa de homicidios en Honduras por cada 100.000 habitantes osciló entre 85,6 y 90,4 en 2012, mientras que en 2014 fue alrededor de 688. Ejercer una labor de defensa de derechos humanos en Honduras aumenta el riesgo de ser víctima de violencia.
Los asesinatos de dirigentes indígenas que defienden sus tierras, incluyendo numerosos dirigentes tolupanes, garífunas, lencas, chortís y pech, figuran entre los casos que más se han denunciado ante la Fiscalía Especial de Etnias y Patrimonio Cultural, junto con casos de lesiones, tentativa de homicidio y violencia contra mujeres indígenas. El reciente asesinato de la dirigente lenca Berta Cáceres, quien encabezó protestas contra proyectos hidroeléctricos en la región lenca (ver anexo), llamó la atención mundial a esta problemática.
El pueblo tolupán ha registrado el mayor número de líderes asesinados, con alrededor de 100 asesinatos en las últimas décadas. Miembros de la tribu tolupán de San Francisco de Locomapa informaron sobre la persecución, criminalización y asesinatos sufridos al oponerse a actividades madereras, mineras e hidroeléctricas en sus tierras, tituladas desde 1864. Durante una protesta contra actividades mineras, tres dirigentes de Locomapa (Yoro) fueron asesinados en agosto de 2013 por individuos al servicio de una empresa. Varios dirigentes tolupanes de Locomapa tuvieron que huir de sus comunidades tras ser amenazados. En diciembre de 2013, la CIDH dictó medidas cautelares en las que se solicitaba al Estado la protección de la vida e integridad personal de miembros de la tribu y sus familiares.
Miembros del pueblo lenca en Santa Elena (La Paz) que se oponen al proyecto hidroeléctrico Los Encinos enfrentan violencia, persecución, amenazas y asesinatos por miembros de la fuerza pública y personas afines al proyecto. En 2015, se reportaron varios asesinatos de indígenas lencas en el marco de este conflicto, así como ataques contra mujeres y niños. En diciembre de 2015, un joven lenca, familiar de líderes opuestos al proyecto, fue asesinado. El mes anterior, la CIDH dictó medidas cautelares en las que ordenaba medidas de protección para dirigentes lencas opuestos al proyecto y sus familiares.
Los pueblos indígenas han denunciado la falta de acceso a la justicia para hacer valer sus derechos. Un problema fundamental es el desconocimiento de los operadores de justicia de los derechos, culturas y lenguas de los pueblos indígenas, además del racismo y discriminación que los indígenas han sufrido históricamente. Otros problemas fundamentales y generalizados incluyen la incapacidad institucional para investigar delitos y la grave ausencia de independencia del poder judicial. Ello ha resultado en una impunidad estructural que con relación a los homicidios cometidos en Honduras afecta, según cifras oficiales, al 80% de los casos; según organizaciones de la sociedad civil, esa cifra es de hasta el 98%10. La desconfianza en la justicia nacional se ha hecho patente con respecto a las investigaciones de la muerte de la dirigente lenca Berta Cáceres y los llamados para que se conforme una comisión internacional de expertos independientes para supervisar los procesos de investigación realizados por las autoridades nacionales.
En cada artículo, documento e investigaciones que leí denotaban factores comunes como: Falta de recursos naturales, económicos, impunidad, escaso por no decir nulo apoyo de las autoridades en proteger estas culturas que poco a poco se han ido perdiendo y al paso que va desaparecerá.

En esta espacio, mostraré un video de la realidad del pueblo Tolupan resignado al completo olvido en la Montaña La Flor:




lunes

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Cultura Misquita

El nombre misquito, posiblemente provenga o esté relacionado al "mosquete" que era el fusil introducido por los ingleses y que se negociaba en aquella costa. Como casi todas las etnias Los Misquitos tienen sus propias creencias, ceremonias, rituales, gastronomía, etc; La particular historia del pueblo miskito con tempranos contactos con europeos y africanos, provocó que recibiera nuevos aportes culturales que los distinguía de los demás grupos indígenas vecinos a los que llamaron "indios incultos o poco civilizados". A principios del siglo XVIII el pueblo misquito estaba formado por negros, zambos, indios y mestizos. Sus características físicas denotaban buena complexión y estatura mediana, los hombres y mujeres vestían camiseta (prak), algunas mujeres usaban una pollera que amarraban alrededor de las caderas, los hombres pantalones (transis). Los niños totalmente desnudos, a veces con taparrabos (palpura); El lavado de la ropa es trabajo de las mujeres y lo hacen golpeándola sobre piedras a la orilla de los ríos con un garrote (tamtam) y empleando jabón hecho de las hojas y frutos de un pequeño arbusto (Sapindus saponaria L.).
Antiguamente solían pintarse en negro y rojo, así fue como los vio Colón -Cuarto Viaje, año 1502-, en la actualidad se aplican un pigmento rojizo para protegerse del sol y los insectos, que obtiene de la semilla de un arbusto (achiote).
Los cónyugues se llaman a sí mismos "mayi". Antes de tener hijos, él la llama "kika" (muchacha) y ella "wahma" (joven). Cuando son padres, ella lo llama "luhpi aisa" (padre de mi hijo) y él "luhpi yapti" (madre de mi hijo). El varón prepara la parcela para la plantación, derriba los árboles y quema los rastrojos. El trabajo de siembra, cultivo y levantamiento de la cosecha corresponde a la mujer. El hombre fabrica los implementos de caza y pesca, a ambos le corresponde pescar. Es trabajo del hombre la hechura de canoas. La leña es cortada por el hombre y es la mujer quien la acarrea. A los niños no se les asigna nombre, hasta que pueda determinarse según alguna característica que lo distinga. Los niños acompañan a los hombres en las expediciones de caza y pesca, las niñas son llevadas por sus madres a los campos de labranza e instruidas en los quehaceres domésticos. Se casan alrededor de los doce años.
Cada poblado elige un jefe (wihta) para que lo dirija, el Consejo de Ancianos que oficia de consejero y es el encargado de la transmisión de los valores éticos y culturales.
Los robos no son frecuentes, los ladrones deben restituir lo robado, pierden el respeto de sus vecinos y debe salir del pueblo.

Las casas se construyen en las cercanías de los ríos, que son las vías de comunicación y tienen fértiles tierras aledañas. Una vez que se ha elegido el sitio de la construcción, limpian la maleza y talan los árboles grandes que puedan poner la casa en peligro en tiempos de tormenta. Son en general de forma rectangular. Se emplean cuatro o más postes para sostener el techo de hojas de palma. Las paredes suelen ser de bambú. Las casas están levantadas del piso alrededor de 1,20 m, se accede por una escalera, que en algunos casos es un tronco con muescas. Muchas de ellas cuentan con un balcón, que se convierte en un mirador techado donde cuelgan una hamaca para descansar, si llega alguna visita se les ofrecen algún taburete de tres patas y el resto simplemente en el piso. Las mujeres que difícilmente utilizan la hamaca, la emplean para mecer y dejar dormidos a los bebés.


jueves

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CULTURA TOLUPAN


Debido a la presión social que actualmente viven los pueblos indígenas, muchas de sus tradiciones y lenguas han ido desapareciendo desde hace dos generaciones según la información que he logrado recopilar de ellos, lamentablemente llegará un momento en el que únicamente tendremos la oportunidad de ver este tipo de acontecimientos por internet.

Culturalmente, los Tolupanes se parecían a los sumos, payas y misquitos, diferían de ellos lingüísticamente. Chapman, citando al lingüista Bright, asegura que representan uno de los mayores enclaves sureños del tronco Hokan. Los antropólogos y lingüistas que han estudiado la lengua, torrupán, entre ellos la antropóloga Chapman, le calculan 5000 años de antigüedad. Ellos relacionan la lengua tolupán (torrupán) con la familia norteamericana Hokon-Sioux. Sin embargo, la discusión sobre el origen de esta lengua no parece estar cerrada. Las manifestaciones culturales cosmogónicas han desaparecido, salvo en la tribu de la Montaña de La Flor. Hay ausencia casi absoluta de manifestaciones artísticas. La lengua tol se encuentra en estado de supervivencia; la hablan en forma aislada sólo una porción de las personas adultas, sólo en cuatro de las tribus mencionadas se encuentran todavía personas que la hablan. En muchas otras tribus se perdió desde la generación pasada o la antepasada, encontrándose algunos ancianos que recuerdan ciertas palabras que intercambiaban con sus madre; Dando una cifra aproximada, podríamos decir que el tol lo hablan unas 700 personas; el mayor número de hablantes está en la tribu de la Montaña de La Flor, con unas 410 personas; el resto, esta disperso, en las demás tribus, donde lo hablan solamente las personas de edad avanzada. Las prácticas culturales, ceremonias y ritos de transición (nacimiento, adolescencia, muerte) han desaparecido. Los tolupanes de la Montaña de la Flor tienen la costumbre de velar a sus muertos en la cocina durante 24 horas, los tolupanes comen su alimento diario y beben café. No utilizan cajas para el entierro, el cadáver es envuelto en las mantas que ocupaba para dormir y así es enterrado. Sus pocas pertenencias son depositadas en la fosa. A diferencia de los ladinos, los tolupanes de la Montaña de La Flor no lloran a sus muertos durante la velación, nadie hace comentario alguno; simplemente reflexionan sobre lo que fue el difunto en vida. La ropa que en la actualidad usan, la obtienen a través del comercio con los ladinos y solo en la Montaña de La Flor, se encuentran tolupanes que aún usan su traje tradicional llamado "balandrán". A pesar de sufrir una sustancial modificación de muchos elementos culturales y sociales, los tolupanes tienen conciencia de su pasado y paulatinamente, se integran al proceso de desarrollo nacional.



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Situación Social de Los Tolupanes y Misquitos

No podemos comenzar a escribir sin antes dar una pequeña introducción de su historia, es decir saber el origen y de esta manera ver como se ha ido desarrollando, aunque siempre que se trate de pueblos indígenas no habrá mucho avance en este,  se podría decir que en la antigüedad tenían mucho más peso social que en la actualidad y es que lamentablemente con el paso de los años sus tradiciones, lenguas, territorio se ha ido perdiendo, ya sea por la presión de ser aceptados en una sociedad mal educada e ignorante o por el simple hecho de no contar con el respaldo de quienes deberían proteger en vez de amedrentar y quitarles sus posesiones avalados por el “bien común”.
Los tolupanes no fueron un pueblo fácil de dominar, para la época de la colonización estos fueron partes de los grupos que se impusieron a ellos, En parte por su bravura, espíritu de independencia, indocilidad y rebeldía contra cualquier clase de dominio. En parte porque aunque más fuertes y de mayor estatura que los otros pueblos, no eran fácilmente adaptables al trabajo en las haciendas y plantaciones; en parte también porque al estar continuamente en movimiento y sin formar aldeas estables, era muy costoso el reclutarlos: nunca se sabía dónde hallarlos; con el paso de los años se estableció proporcionarles un porcentaje de tierra a las tribus, pero de este beneficio se han ido encargando los grupos en el poder de irlo quitando. La legislación hondureña actual ofrece una débil y deficiente reconocimiento y protección de los derechos de los pueblos indígenas. El reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas es escaso en comparación con las tendencias constitucionales que se han dado en las últimas décadas a lo largo de América Latina. La única mención en la Constitución de derechos que corresponden a los pueblos indígenas se encuentra en el artículo 346, que establece el deber del Estado de "dictar medidas de protección de los derechos e intereses de las comunidades indígenas existentes en el país, especialmente de las tierras y bosques donde estuvieren asentadas". Otras disposiciones constitucionales se refieren a deberes estatales de fomentar la riqueza antropológica, culturas nativas y expresiones folklóricas en el país (arts. 172 y 173). En Honduras únicamente hay una pantalla para apaciguar rumores externos, pero es cuestión de leer un poco o simplemente observar la situación actual para darnos cuenta de la gran mentira que se esconde en esa “protección”
En relación con la educación, un acuerdo presidencial de 1994 reconoció el "carácter pluricultural y plurilingüistico de la sociedad hondureña" y creó un programa nacional para promover la educación bilingüe intercultural6. La Subdirección General de Educación para Pueblos Indígenas y Afrohondureños asumió las funciones de este programa, que incluyen supervisar la formación de docentes indígenas, dirigir la elaboración de materiales educativos y velar por que en los centros poblacionales indígenas, la educación se realice "en lengua materna, con docentes nativos y especializados, con el objeto de contribuir a la preservación y fortalecimiento de la lengua, la cosmovisión e identidad de los pueblos indígena. La reciente reforma administrativa y creación de ministerios sectoriales no parece haber mejorado la incorporación de los derechos de los pueblos indígenas en el accionar estatal, debido a una coordinación deficiente y a la debilidad institucional.
Resumiendo esta información podemos concluir que socialmente el pueblo Tolupan y Misquito se encuentra en el completo abandono, no son parte importante en las decisiones que se toman, aunque para ser justos ninguno de los hondureños los somos, pero su situación es más grave cuando vemos funcionarios públicos jactándose de la ignorancia de estos, cuando es su deber proveerle los medios para una educación digna, cuando su única lucha es por preservar sus tierras, por cuidar algo que debería ser el deber de todos que son los recursos naturales.






martes

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Ubicación de los Misquitos

Como mencioné en la introducción de mi blog, la información sobre los Misquitos es muy corta y no hay una teoría sólida que nos enseñe el origen de esta etnia, sin embargo hay datos resientes de su ubicación y forma de vida, la cual mostraré más adelante al igual que la de Los Tolupanes.
En tiempos de la colonia los ingleses les ofrecieron apoyo político-militar y ciertas manufacturas a cambio de la esclavización de otros grupos indígenas y de productos como pieles, concha de tortuga y alimentos. Esta colaboración posibilitó la expansión de los misquitos desde la Laguna de Chiriquí en Panamá hasta la frontera hondureño-guatemaltec. En 1996 se registró 36 mil habitantes misquitos con mayor concentración en Brus Laguna, Puerto Lempira y la Zona Recuperada en el Departamento de Gracias a Dios.
En la actulidad los Misquitos están ubicados en la región Nororiental de Honduras, zona conocida como “La Mosquitia Hondureña”. Específicamente se localizan desde la desembocadura del Rio Wanks, Coco o Segovia hasta el Rio Tinto o Negro, departamento de Gracias a Dios, aquí se encuentra La Biosfera del Río Plátano declarado Reserva forestal y patrimonio de la humanidad por La UNESCO. En este territorio también está radicada la tercera etnia más grande de Honduras.
Su territorio, se extiende desde Cabo Camarón en Honduras hasta más al Sur del Río Grande de Matagalpa en Nicaragua, permaneció aislado de la conquista española.

La sabana miskita, que tiene una extensión mayor a 200 mil hectáreas, no representa una alternativa agrícola o ganadera por la característica de sus suelos ácidos, que son a su vez altamente susceptibles de incendios en verano y anegadizos en invierno. Un potencial de desarrollo se puede vislumbrar en dos áreas: el aprovechamiento sostenible del bosque y el desarrollo de cooperativas de pesca.

A continuación les presento, un mapa con la ubicación actual de ellos:







Ubicación de los Tolupanes


Para poder saber un poco más sobre Los Tolupanes, comenzaré puntualizando en que lugar se encuentran arraigados:

De acuerdo a Hagen, en 1,609 los Tolupanes se ubicaron como grupo étnico en el área de los ríos Guayape y Guayambre, en el departamento de Olancho. Los ancestros de la montaña de la Flor, llegaron a la zona en 1860, sus formas de asentamiento era por medio de reuniónes de grupos pequeños o grandes de familias, en aldeas, pequeñas, grandes, asentamientos urbanos, etc. y su relación con los cuerpos de agua: a orilla de los ríos, cerca pero en zonas elevadas, en lugares estratégicos para su defensa, etc. La gran movilidad necesaria para la caza les impedía hacerse agricultores y también establecerse en poblados grandes, sin embargo se les clasifica como agricultores, cazadores y recolectores. Los tolupanes se organizaron en tribus que abarcaban un número diverso de caseríos y aldeas, aunque existieron tribus de un solo caserío. La organización descansa en la familia extensa y en el Consejo Tribal.  La patrilocalidad es la regla general a pesar de que la matrilocalidad, sistema de matrimonio en que la pareja establece su residencia en tierras del linaje materno o femenino, sea común en el transcurso de los primeros años de matrimonio.
Los tolupanes están constituidos en 28 tribus distribuidas en seis municipios del departamento de Yoro, más dos tribus emigradas el siglo antepasado a la Montaña de la Flor, municipio de Orica, Francisco Morazán. Por la ubicación de las tribus en territorios de difícil acceso, en algunos casos, es imposible precisar la información. En un principio se conocían 21 tribus pero, a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta, la FETRIXY (Federación de Tribus Xicaques de Yoro) comenzó a realizar un reconocimiento en la zona, ya que se constató la existencia de un buen número de pequeños grupos tribales que se separaron de las tribus reconocidas, por distintas razones, y formaron grupos aislados en las montañas. Por el contacto con los españoles y por el continuo contacto con los ladinos, los tolupanes han perdido aceleradamente muchos valores y costumbres ancestrales, proceso que ha afectado, especialmente, su lengua materna (el tol).

En el departamento de Yoro se localizan las tribus de: Plan Grande, Anisillos, Matadero, Santa Marta, Subirana, El Tablón, El Pate, El Palmar, Lagunitas, La Pintada, Luquigüe, Mina Honda, San Esteban, Candelaria, Las Vegas, Agua Caliente, Zapotal, San Francisco de Locomapa, El Siriano, Jimía, La Bolsita, Guajiniquil, Santa Rosita y Placencia; tres tribus en la Montaña de La Flor y una en el municipio de Marale, Departamento Francisco Morazán. A continuación les mostraré un mapa donde se observa su ubicación geográfica en el pais:  










INTRODUCCIÓN

Bienvenidos a mi blog, el cual utilizaré para poder brindar un panorama más profundo sobre la historia y actualidad de dos etnias de nuestro país, las cuales son parte de nuestra historia pero no se le has dado la importancia suficiente como lo es el caso de los Misquitos, ya sea porque no hay una teoría solida o unificada de su aparición en América o porque simplemente no ha interesado enriquecer nuestro patrimonio cultural ha quedado alejada de la Historia de Honduras, incluso al momento de buscar información sobre ellos se hace difícil encontrar datos con base científica, pero trataré de exponer un poco sobre su origen, desarrollo y situación actual. En el caso de los Tolupanes su historia está más acentuada en el conocimiento general de las personas, pero aquí aprenderemos más sobre lo hermoso que puede ser la diversificación de culturas en Honduras, tratando de entrar en detalle acerca de sus creencias, rituales, asentamientos, forma de vida y todo lo que conlleva.